domingo, 28 de noviembre de 2010

CHILA, un homenaje al paladar


Amo descubrir cocinas nuevas, y esta fue toda una experiencia.
Fuimos sin saber bien lo que nos esperaba, porque a pesar de ser lectora de páginas y libros de críticas, me he dado cuenta que la única crítica válida es la da la propia experiencia.
Un lugar bien iluminado, cómodo y con vajilla y cristalería que nos introduce al placer que nos espera. ¿Por qué pongo atención en ello? Porque para mi el vino no sabe igual en cualquier copa! Esto sirve también para casa.
El servicio es el adecuado, respetando la cadencia de una comida a tiempo ¿cuál tiempo?, tú tiempo, el que necesitas para saborear adecuadamente lo que te regala Soledad Nardelli.
Para la comida me faltan palabras que contengan las sensaciones. El corte de los alimentos, los niveles de cocción de cada componente del plato, el tamaño de las porciones, la composición sugerida en el conjunto, hacen de esta una experiencia inolvidable.
Mi menú y el que te recomiendo:
• Crema de trufas, huevos a 61º, echalotes al cognac y cubitos de morcilla
• Pasta de curry ahumado rellena de hongos, crema de calabaza y caldo de hierbas frescas.
• Frutas frescas, manzana y chocolate
El placer duró dos horas y una más en el recuerdo de una tranquila caminata de verano hacia casa.
Muchas Gracias!

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