viernes, 10 de diciembre de 2010

Cenar rico y no morir en el intento

Hoy fue uno de ESOS DÍAS. Me levanto a las seis de la mañana y no llego hasta las diez de la noche, y de comida un sándwich rápido en el escritorio de mi oficina. Esos días llego a casa y me siento agotada, no se si por la cantidad de horas trabajadas, por la intensidad, o porque no lo le regalé nada rico a mi estómago.
Pero, ¿cuál es el verdadero problema? no tengo la energía para premiarme con un plato elaborado, ¿qué hago?. Estos son los momentos en los que tener algunas compras interesantes en la nevera o la despensa se vuelve clave.
El primer gesto en una situación como esta es abrir la nevera y clavar una mirada perdida en su interior, ja ja ja, como si a fuerza de mirar el plato se hiciera sólo.
Ahí, entre pensativa y ambienta miré los ingredientes justos para una cena rápida, nutritiva y sabrosa.

OMELETTE DE QUESO DE CABRA CON SALMÓN AHUMADO

Ingredientes:
2 huevos
½ cebolla chica
Salmón ahumado
Queso de cabra
Primero que nada y CLAVE cortamos la cebolla bien pequeñita “brunoise”. Se sofríe con un chorrito de aceite de oliva, sal y tomillo. Hacerlo a fuego lento hasta que quede transparente y blandita. Cortar el salmón, y desgranar el queso de cabra.
Con todos los ingredientes preparados batí los huevos colócales sal y pimienta y ponelos en la sartén (en la misma que se sofrió la cebolla así toma también el gustito) a fuego medio. Rapidito y sobre la mitad colocá la cebolla, el salmón y el queso de cabra. Cuando esté casi cuajado cerrá a la mita, dalo vuelta y serví.

En 15 minutos una cena rica.
Yo lo acompaño con pan brioche y zumo de naranja, mi marido con cerveza.
Y de postre, como no, unas cerecitas frescas.
Si, si, ya me vuelve el alma al cuerpo.

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